Regreso

Hoy he decidido volver a la escritura de la mano de quien amo.  Espero que mi mano sea tomada y no soltada jamás, que si me dejan sola en este sitio, también debo respetar. 
Dejé de escribir por sentimientos negativos que me fueron encerrando en mi y me alejaron de volver a sentir. Y es de admitir, que sentir no es una tarea sencilla cuando se relaciona directamente con ser vulnerables. Pero aquí estoy, porque asimilo la vulnerabilidad como parte de la existencia propia y como parte de un crecimiento mas allá de los prejuicios de otros... Estoy aquí y en la ausencia he aprendido. El tiempo no pasó en vano. 

Isabella y yo hemos tenido problemas. Varios, grandes y pequeños. Hemos transitado sobre tormentas propias y ajenas... y nos hemos abrazado la una a la otra para no caer a mar abierto. Nos hemos protegido y también nos hemos hecho daño. Debo decir que ha sido sin querer y como consecuencia de nuestras circunstancias y batallas internas.  Pero seguimos juntas.

Por eso me he animado a escribir estas lineas, porque las relaciones a distancia no son sencillas. Porque lo que funciona para unos no funciona para todos, pero existe la verdad de que el amor puede con mucho. Y si se combina el amor y la intención, grandes cosas se pueden lograr. 

¿Cómo llevar una relación a distancia? Podría dar miles de tips e ideas, pero seré breve:
Se honesta. 
Se sincera. 
Respeta la relación, a tu pareja y a ti misma. 
Ama.

En los problemas, te doy mi mano para que vayamos juntas. En la felicidad te veo a los ojos y sonrío contigo.  Si quieres hablar, aquí estaré. Y si yo me quejo, pero tu no estas bien... te prometo, mi amor, que me callaré y buscaré siempre tu bienestar.

Y no sé que es el amor, no sé si te amo bien a como lo vean los demás, pero créeme cuando te digo que te amo de la mejor manera imperfecta que lo puedo hacer.

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