¿Me vas a querer en la madrugada,
con las arrugas en mi cara, cuándo no sea un buen día, cuándo no sea una buena
noche, al llorar por nada, al llorar por razones, cuándo me queje de todo,
cuando duela mi costilla, cuándo me haga un mal corte de cabello, cuándo no
sonría, al llegar cansada, cuándo la ropa no me quede, cuándo la cadera se
ensanche –más-, cuándo tenga hilos de plata en mi cabeza, cuándo mis senos
desciendan, cuando ríos de venas se marquen por debajo de mi piel, cuando mis
pestañas se caigan, cuándo no me entiendas, cuándo no me explique… hasta cuándo
llegue una joven esquelética de
1.80 con aires de grandeza y dotes de inteligencia?
Si has respondido que sí al menos
a la última pregunta… Ven, que te doy un beso.